650 g de ventresca de salmón Frøya (1 paquete grande)
4 cucharadas de mermelada de naranja
6 boniatos
3 chalotas
2 dientes de ajo
50 g. de queso parmesano
2 cucharadas de mantequilla de vaca
1 dado de caldo de verduras
2 cucharadas de aceite de oliva
1/2 naranja
1 paquete de judías verdes
1 bote de romero
Un puñado de avellanas
Sal en escamas
Pimienta
ca. 45 min
Media
Cena
Preparación:
Calentar el horno a 180 g.
Pelar los boniatos y cortarlos en forma de dados grandes.
Picar finamente la cebolla y el ajo y dejar cocer a fuego lento en una sartén con un poco de aceite de oliva durante un par de minutos.
Colocar las patatas en la olla y cubrir con agua.
Agregar un dado de caldo y dejar hacer hasta que las verduras estén tiernas
Retirar el agua y triturar junto con 2 cucharadas de mantequilla, 1 cucharada de romero finamente picado y el zumo de ½ naranja. Salpimentar al gusto.
Dividir y colocar en cuatro moldes pequeños para horno (o en uno grande si lo prefiere) y espolvorear con queso parmesano rallado y un chorrito de aceite de oliva.
Hornear el gratinado en la rejilla del horno a media altura durante 8-10 minutos y colocar al grill durante los últimos minutos.
Cortar el filete de salmón por la mitad y extender por encima la mermelada de naranja, sal y pimienta. Partir ½ naranja en gajos y freír junto con el salmón.
Freír el pescado a aprox. 180º durante unos 10 minutos, dependiendo del grosor del pescado. El salmón debe tener un centro de color rosa claro. El tiempo exacto dependerá del grosor del trozo de pescado y del punto que desee. No dude en probar un trocito al azar.
Picar las avellanas en trozos grandes y tostarlas en una sartén seca.
Cocer al vapor las judías verdes en una olla con agua, sal y un poco de aceite de oliva durante unos 2 minutos.
Servir el salmón con las patatas gratinadas, los gajos de naranja al horno, las judías verdes y las avellanas tostadas.
Rociar con un poco de aceite de oliva y adornar con una pizca de romero.